domingo, 17 de junio de 2012

Ser INVISIBLE

Ser INVISIBLE

"No los veo, por eso no puedo discriminarlos". -Justo Orozco.

Las palabras de nuestro flamante, nuevo de paquete, Presidente de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos son duras, pero si escarbamos profundamente entre semejante verborrea encontraremos un leve resplandor de verdad.

Por muchas décadas las minorías sexuales costarricenses nos hemos sentido con particular tranquilidad de retozar tirados de panza en los laureles de una sociedad no represiva. Nos hemos sentido demasiado cómodos en la Costa Rica donde se puede crecer y vivir siendo homosexual enclosetado (a). Donde salir a la disco dos veces al mes y amar a escondidas nos es suficiente para sentirnos felices. Somos invisibles porque asi lo hemos decidido. Nos acostumbramos a no ser vistos y nos sentimos bien siendo ingnorados. Pasando inadvertidos.

Esto no siempre fue asi. Un 5 de abril, hace 25 años, 150 personas, parte de una sociedad homosexual atormentada y perseguida de finales de los 80's, da las primeras luchas que registra la historia del colectivo pero que también resultaron ser las últimas. En época de redadas, represión política y brutalidad policial los primeros grupos de valientes sacan la cabeza e hinchan el pecho en representación de un colectivo cansado del maltrato. Gracias a la lucha de aquellos es que hemos disfrutado de la comodidad que nos da la indiferencia del gobierno.

Pero algo pasó ayer. Este 16 de Junio del 2012 será recordado por mucho tiempo por la fragmentada comunidad sexualmente diversa de este país de hipócrita "paz" y "libertad". Cansados de ser invisibles y besarnos en la sombra, poco más de 2.000 personas colmamos la principal calle de nuestra capital. Nos tomamos de la mano los gais, las lesbianas, los bisexuales, los transexuales, los heterosexuales y las levantamos gritando al unísono: "arriba; abajo; homofobia al carajo".

La comodidad se perdió. Ya no estamos dispuestos a callar. Ya no queremos escondernos. Y es que ya no tenemos por qué hacerlo.

"Dios me dio este puesto". Dice Orozco. De nuevo tiene razón. Pero creo que el Dios de Orozco está de nuestro lado esta vez y le otorgó ese puesto para unirnos como pueblo. Para exigir lo que es nuestro y se nos ha sido negado aduciendo ignorancia. Para salir de una vez por todas a la calle mirando el sol y gozando de derechos que por natura nos pertenecen. Para, de una vez por todas, dejar de Ser INVISIBLES.

Ser SUBVERSIVO

Ser SUBVERSIVO

A las 10 de la manana de este viernes, recién iniciando de el TEDx PuraVida dedicado a la educación, recibí, con emoción de estudiante de secundaria, la clase con el ministro del pelo largo, Leo Garnier, sobre métodos de educación subversiva.

Tiene razón nuestro Ministro Twittero al decir que los dilemas morales nos convierten en personas distintas todos los días. Sacan lo mejor y lo peor de las humanas pasiones. Nos hacen pensar en las dudas y dudar de los pensamientos. Y pensar de nuevo. Lo más entretenido del asunto es que los dilemas morales son quienes nos encuentran a nosotros. Están en la calle, están en los medios, están en la academia.

En las aulas que recuerdo (y probablemente en las que no recuerdo también) fui víctima del sistema de educación enlatado tico donde todos aprendemos igual, y donde los lloriqueos nunca eran suficientes para nadie, incluyendo a los estudiantes que nos jactábamos de ser medianamente brillantes.

Aplaudo, entonces, iniciativas que implementa el Ministerio de Educación al caer en cuenta que no es sólo lo que pasa dentro de un aula lo que es educativo.

Algunas como el programa recientemente aprobado de Educación Sexual Afectiva promueve un autodescubrimiento no sólo desde lo sexual, sino desde lo afectivo y desde de uno mismo bajo la consigna de "si me gusto yo, le puedo gustar a cualquiera". ¡Sabe Dios que algunos necesitábamos de algo así desde el cole! y, nuevamente, el aula no es suficiente.

Al promover estas dinámicas el Ministerio apunta a formar jóvenes más concientes y preparados para disfrutar de su sexualidad sin que exista el uso, abuso y ni dominio del otro. Prácticas que abundan en la sociedad del que dice ser el país más feliz del mundo.

Tal vez si nos quisieramos más los unos, los  otros y los propios seríamos menos los invisibles regados por la calle.

Otro aplauso por la modificación de las, hasta ahora, arcáicas rúbicas de la nota de conducta. En una conversación con un colega de comunicación y amigo de la vida, Ian Sanchez, community manager, me golpeaba a la cara al evidenciarme lo obvio: el sistema educativo como lo conocemos reprime la creatividad.

Cuando aun somos bebés exploramos el mundo, literalmente, como nos da la gana. Todo nos es permitido. Es a muy temprana edad cuando alcanzamos el punto máximo en la curva de creatividad. Quien haya visto un niño jugando con una caja vacía sabe a lo que me refiero.

No es de extrañar que sea justo en un punto en el cole cuando se toca fondo, y la creatividad abandona nuestras adormecidas y domesticadas neuronas. Afortunadamente, algunos volvemos a incrementarla durante nuestros numerosos años en la Universidad.

¿Por qué no promover métodos educativos atevidos, novedosos, poco ortodoxos, raros, locos? Tal vez (y solo TAL VEZ) sea entonces cuando aprendamos a aprehender lo aprendido.

"Solo sé que no sé nada" decía Sócrates para recordarse a sí mismo que hay que ser humilde y aceptar nuestra propia ignorancia para poder ser capaces de aprender. Al parecer, nos sobran ángulos en el cuadrado esquema de enseñanza. Cuando se trata de definir la constante entre enseñar y aprender puede que la solución sea Ser SUBVERSIVO.

jueves, 14 de junio de 2012

SER MODA definitivamente no es un asunto fácil.

SER MODA definitivamente no es un asunto fácil.

Mantenerse vigente al paso aplastante de años y de daños parece un juego de turno de esos que son imposibles de ganar.

Más allá de la atropellada realidad que a todos nos tocó vivir está el espíritu aventurero de curiosear, sentir, vivir, probar y caminar cada camino que podamos. Como un carajillo, que todo se lo mete a la boca. Algo así.

Anoche recibiendo clases en el alma mater descubrí cosas de mí que no sabía y me sorprendió que, con 26 recién estrenados, no haya tenido aun esa curiosidad por profundizar en ello.

Claro, siempre he pensado que en la vida hay que actuar más y pensar menos o, de lo contrario, un día nos levantamos peinando canas y recortándonos los pelos que nos salen de las orejas dándonos cuenta que se nos fue la vida pensando y no actuando.

Pero anoche tuve una revelación. Y no, no había consumido ningún psicotrópico ( aun ). Paso el día preocupándome de lo viejo que me siento, de lo poco encaminada que percibo mi vida y de lo lejos que veo la luz del condenado túnel. De lo ocupado que estoy y del poco tiempo que tengo para desperdiciar con Sergio, conmigo y con yo. Si algo me llevo de este semestre (que dicho sea de paso es el semestre número 15 que mi trasero se sienta en las aulas de Ciencias Sociales de la UCR) es que debo dedicar tiempo para mí.

Pues claro. Revolcar antologías con compañeros 4 ó 5 años menores que uno lo rejuvenece y le recarga las vitaminas desgastadas de trabajar en un Sportsbook de 7 a 3, entrenar en el Gym de 3 a 5 y recibir clases de 5 a 9 TODOS LOS DÍAS. Se le suma una pareja que exige tiempo y ese montón de proyectos a los que uno no puede decir que no.

¿Y dónde queda el tiempo para uno? Para sentarme en el pretil a comerme un pedazo de pizza grasosa y un té frío caliente. Para caminar debajo de la lluvia sin pánico de resfriarme y que me esperen con una amonestación por faltar al brete al día siguiente. Para perder la tarde de domingo viendo un partido de algún deporte que no entiendo y acostarme en la noche sin haberme bañado.

Decidí OCUPARME y no PREOCUPARME. Escribí. Y vaya que escribí.

Mantenerse vigente para uno mismo no es asunto fácil.

SER MODA no es asunto fácil.
SER MODA soy yo
SERgio MOra DÁvila soy yo y he decidido, hoy, estar de moda para mí.